Hospital Clínico Regional

Sala de Prensa

Testimonio de buen servicio

Martes, 16 de Noviembre de 2021

Servicio de Neonatología

“Un c.c. de leche, cada 3 horas era lo que necesitaba mi hija para alimentarse y crecer. Tenía dos días de vida cuando me llevaron a conocerla, en silla de ruedas. Pesaba menos de 1 kilo. Medía 36 centímetros, sus orejitas eran semitransparentes, como tela de cebolla y estaban pegadas a la cara”. Es el testimonio de Loreto Rodríguez, actual jefa de Finanzas del hospital, diagnosticada con síndrome de Hellp cuando tenía 27 semanas de embarazo, lo que derivó en su ingreso a pabellón para adelantar el nacimiento. Madre e hija estuvieron graves. Corría el mes de mayo de 2007.

Para tranquilizarla, el Dr. Hugolino Catalán, entonces jefe de Neonatología, le dijo que todo iría bien, que la guagua tendría “casa” nueva y moderna, pues sería la primera usuaria de incubadoras recién compradas. Las neonatólogas Roxana Aguilar y Lilia Campos, la animaron y tranquilizaron en todo momento, en el inicio de una relación asistencial que se prolongaría por años.

La pequeña Loreto estuvo en condición crítica, debió ser intubada por un periodo breve. Se recuperó, ganó peso, salió a UTI y, tras 70 días de cuidados intermedios, dejó el hospital, con flamantes 2 kilos y 200 gramos de peso.

Continuó con visitas frecuentes al poli para descartar secuelas y derivó a los controles de neonatólogo, por 7 años, hasta ser dada de alta. 

“Cuando somos funcionarias muchas veces no imaginamos todo lo que hay detrás de un prematuro, las horas de atención, el compromiso, todo lo que se invierte en ellos y el seguimiento después del alta, porque hasta tu casa visitan, para conocer si reúne las condiciones necesarias para los requerimientos del niño/a”, dice Loreto.

“Mi hija ha crecido sana, inteligente, feliz, demostrativa de sus sentimientos, tolerante al dolor y con cultura del autocuidado. En mayo cumplió 14 años y siente que el HGGB es parte de su vida. Nuestro agradecimiento hoy y siempre”.

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