Jaime Constanzo tiene 47 años. Vive con sus dos hijas en San Pedro de la Paz. Relató que en 2022, una infección le provocó tal nivel de daño en su pierna izquierda, que no hubo más remedio que amputar la extremidad. “Los primeros días fueron terribles. De hecho, después de la operación, me fui de noche a mi casa a encerrarme no más. Fue tremendo, mis hijas aún dependen de mi. No quería salir, no quería nada, pero ellas me apoyaron”, confesó. 

Pero al cabo de dos años y con el impulso emocional de su familia, se puso literalmente en camino para buscar una manera de rehabilitarse y continuar con su vida. Fue en Medicina Física y Rehabilitación HGGB hasta donde llegó “y el doctor Navarrete me dijo que implementarían una nueva prótesis, más liviana y más moderna”, recordó mientras se probaba su nueva prótesis. 

Tras 20 segundos de absoluto asombro con un silencio de observación reflexiva y la mirada fija en la extensión, dijo: “me siento contento porque hoy día puedo ver que si me quedaba en la cama no me habría podido levantar psicológicamente ni mucho menos ponerme de nuevo en pie”, concluyó emocionado.  

Mario Campos, protesista capitalino, con más de 10 años trabajando para el HGGB, es quien viaja -regularmente- a tomar moldes de yeso a los pacientes y retorna a Santiago a fabricar las prótesis. Tras dos semanas, regresa a probarlas en los muñones de los beneficiados. Rutina que, con la nueva técnica y materialidad, está quedando en el pasado. “La ventaja que estamos obteniendo con este sistema es que podemos fabricar y entregar una nueva prótesis en una hora y media”. Está conformada por fibra de carbono, material que la hace mucho más moldeable y durable, además de liviana y cómoda para quien la recibe. “Lo que pretendemos es ir a la par de la tecnología, ir avanzando en materia de prótesis y dar una alternativa y beneficios para los pacientes de los hospitales, que es donde está la mayor población de amputados”, asegura.

Según el fisiatra, Sergio Navarrete son alrededor de 300 los pacientes amputados que se tratan anualmente en Medicina Física y Rehabilitación, según producción 2023. Misma cifra de beneficiados estimada para 2024. 
“Antes citábamos al paciente dos veces. Uno para la toma de molde y otro para la entrega de la prótesis. Hoy, lo inédito es que el paciente llega, se toma el molde y se le entrega en el mismo momento. No hay que replicar la pierna (en yeso) porque se trabaja sobre la pierna del paciente -in situ- y el modelado es mucho más rápido, pues es un líquido que se solidifica en 15 minutos y ya se puede trabajar sobre él. Esto, en no más de tres horas en total. Esto acarrea mayor satisfacción usuaria, ahorro en traslados o transporte público, dinero, etc.”, argumentó.